DIARIO CÓRDOBA / EDUCACIÓN
ISABEL AGÜERA 30/10/2013
Cada alumno/a es un misterio, una
esperanza, un sueño.
Luego no tratemos de convertirlos en sumandos.
Sabido es por todos
como al empezar el curso y recibir alumnos nuevos damos por hecho que traen el
bagaje de conocimientos que les corresponden y nos limitamos a llevar a cabo el
nuevo programa de temas.
Pero he aquí que
tropezamos con una realidad que, al reconocerla, culpamos a los compañeros que
nos han precedido: no siempre ni todos los alumnos han alcanzado el nivel que
deducimos por edad, curso, etc. ¿Qué hacer, pues? Por lo general, tras ese
primer reprobar al profesorado antecesor, y así excusarnos de responsabilidades
futuras que nos corresponden, un suma y sigue sin más que antes o después
terminará en un rotundo fracaso.
Tendríamos que
rotularnos en oro la siguiente obviedad: no se puede edificar una segunda
planta sin que haya una primera. Luego, antes de impartir nuevos conocimientos,
habría que saber si hay base para sustentarlos. Y no importa que tengamos que
descender y construir dicha base, asegurándonos, así, de que nuestra siembra va
a estar bien abonada y, por consiguiente, nos dará el fruto deseado que no
importará tanto su dimensión como su degustación que será siempre
individualizada o lo que es igual, a medida de cada capacidad o talento.
Yo no soy un maestro
-dice Bernard Shaw-, solo un compañero de viaje al cual has preguntado el
camino. Yo te señalé más allá, más allá de mí y de ti mismo.
Y el camino
que debemos señalar a cada alumno tiene que ser apto para la medida de sus
pies. Café para todos no vale en educación.
De ahí, que la
enseñanza sea algo tan complejo que no se soluciona con cambios sobre cambios
de sistemas, aireadas estadísticas, acusaciones políticas, etc. Hay que de una
vez entender, y procurar los medios, para que entre otras cosas, la enseñanza
sea personalizada, porque no todos los alumnos aprenden lo mismo, ni
siguen el mismo ritmo, ni cuentan con los mismos medios. ni tienen el
mismo grado de inteligencia. ¿Por qué, pues, medir con la misma vara?