Empiezo
hoy por una frase de Confucio: «No hay cosa más fría -dice- que un consejo cuya
aplicación sea imposible». Bueno, pues esto viene dado por los consejos de
nuestro Presidente del Gobierno que nos
aconseja a todos los españoles, para que tengamos una jubilación más relajada y
con menos apreturas económicas, que ahorremos y que hagamos planes de pensiones
privados, muy ventajosos -dice. ¡Claro, sin duda el ahorro es siempre una
buena medida para todo!: ahorrar agua, luz, papel, trabajo, etc. pero, ¿ahorrar
dinero? ¿De dónde y cómo? ¡Si solo en impuestos se nos va, literalmente, el
sueldo! En el Evangelio se habla de cómo, ante la necesidad de dar de comer a
una multitud, solo se encontró a un niño que tenía cinco panes de cebada y dos
pescados. Sin preocuparse, Jesús ordenó que todos se sentaran y comieran y,
¡milagro!, hubo pan y peces para todos. Yo creo que algo así tendría que pasar
con los minisueldos, sí, que, por arte de magia, se multiplicaran y fueran
derechos al ahorro. Y no hablemos de los jubilados, ya que, por lo oído, nos
estamos comiendo una hucha que por lo visto tiene fondo, porque, entre otras
cosas, no se va rellenando con presupuestos del Estado, que sí rellenan y
llenan otras muchas huchas. Los lectores saben de sobra que no soy política y
que, por tanto, mi opinión va a depender siempre, objetivamente, de lo que vea,
oiga, viva, reflexione y concluya. Y la verdad es que de 735,90€ al mes, de mil,
pongo por caso, poco queda para ahorrar después de pagar luz, medicinas,
impuestos, comunidad, alimentos, seguros, etc. etc. Un dicho anónimo nos viene,
hoy, como anillo al dedo: «Uno a ganar y cinco a gastar; milagrito será
ahorrar». Y por terminar como empecé dando consejos, el mío a la señora
Administración es que se ahorren la carta con el comunicado del euro, y así, ahorro de papel, sobre, envío, etc.
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Maestra y escritora
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