YA estamos en el Otoño.
Doblan de nuevo las campanas.
Empieza el mes de Ánimas.
Llega un año más el día de los
Difuntos...
Y trenes que pasan,
hojas que caen,
papeles que vuelan,
pájaros que emigran,
y tormentas, chaparrones,
recuerdos, nostalgia...
Música, sí, regazo de agua clara
latidos cálidos que se escapan
de la lira que es mi alma.
Y en este mi solitario bosque de
felicidad
un puñado de diáfanos paisajes
nevada colmena que late por las
celdillas...
mieles de mi corazón
que se avientan y tornan ecos
que se funden con el negro...
negrísimo yermo.
Estamos en el Otoño...
En mis ojos, una lágrima...
En mis labios, una palabra...
sólo una: Amor
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