Qué paréntesis de felicidad en el agridulce de la vida! Quiero vivir la felicidad de este nuevo alumbramiento virgen de todo, historia de un día sin pasado ni futuro, blanca luz que irradia latidos, tálamo divino donde quiero reposar mis sueños, y mi corazón, con vida nueva, en el regazo del amanecer, de la luna, en brazos de un Dios que se apellida Amor.
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